jueves, 30 de junio de 2011

El Gran Azul. Luc Besson. 1988.




   En 1988 Luc Besson creó una de sus obras maestras, la película El Gran Azul. La banda sonora de Eric Serra completa una de las películas de culto para los amantes del submarinismo. Yo ví la película por primera vez en 1990 en Canal +. Por aquel entonces ya estaba totalmente enganchado a la pesca submarina, pero al ver la película de Luc Besson decidí que mi vida profesional debería estar ligada al buceo, al que le he dedicado muchos años de mi vida.


    Esta tarde he estado viendo de nuevo El Gran Azul, en una versión extendida en DVD de 168 minutos, que no han dado por televisión, donde los detalles y comentarios aclaran muchísimo las dudas surgidas al ver la película por primera vez. Ahora que ya no me dedico al buceo profesional y mi objetivo es la reconversión al buceo deportivo, ver la película me ha inyectado una buena dosis de ilusión para no dejar los trajes colgados y las botellas arrinconadas, si la espalda me lo permite.


   Conozco a mucha gente que ha caído en las redes de esta película. El Gran Azul es la historia de dos buceadores Jacques Mayol Y Enzo Molinari (Enzo Maiorca en la realidad), una historia de rivalidad y amistad,  que luchan en su empeño por ver quién de ellos consigue bajar más metros en la disciplina de la apnea. En EE.UU. la película es diferente ya que a diferencia de la versión europea la americana tiene un “final feliz” e incluso la banda sonora es diferente. Bajo mi punto de vista la mejor versión es la de DVD (versión europea) en la que hay muchas escenas y diálogos inéditos. Las nuevas escenas se reconocen porque están en versión original subtitulada.


    
Todos tenemos a lo largo de nuestra vida una película, una canción, un libro, una imagen o algo que cuando lo vemos, y no importa el número de veces que lo hayamos hecho, nos motiva en nuestro día a día o en conseguir un reto o simplemente nos evoca buenos recuerdos. En mi caso coincidió una época de mi vida en la que estaba decidiendo lo que iba a estudiar cuando ví en 1989 The Abyss de James Cameron  protagonizada por el gran Ed Harris y después El Gran Azul, dos películas de la misma época muy diferentes, pero que me engancharon. 


   Esta rivalidad de estos grandes del mundo de la apnea, Jacques Mayol y Enzo Maiorca, en los años 90 tuvo su continuación con Pipín Ferreras y el alumno de Mayol, Umberto Pelizzari. Una vez más, la película documental Ocean Men describe la rivalidad entre ambos por ser el número uno, otra película indispensable. Ambas historias tienen ciertos paralelismos entre Mayol y Pelizzari y también entre Enzo y Pipín. 




 
   Sin embargo, fue Audrey Mestre, la compañera de Ferreras, la que realizó los mejores records y la que tenía unas cualidades para la práctica de la apnea fuera de lo normal. Su especialidad era el “no limits”, la más peligrosa, en la que se consiguen los records más profundos, es la que se practica en la película de El Gran Azul. El 12 de Octubre de 2002, Audrey muere en la República Dominicana al intentar llegar a los 171 metros. Pipín, que estaba allí, hizo todo lo que pudo por intentar reanimarla, pero fué imposible. Una gran pérdida. El libro En el abismo azul narra la vida de Pipín y Audrey.   


   Actualmente grandes de este deporte son Tanya Streeter, según la revista Sport Illustrated, “la deportista más completa del mundo” con 160 metros en la categoría de no limits y en hombres, Herbert Nitsch, un superclase que aguanta la respiración más de 9 minutos y tiene un record de 214 metros en la categoría no limits.



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