
Vas navegando en el barco, un día tras otro, son muchas horas en las que te imaginas muchas fotos pero unas veces la rutina y otras la actividad en el barco hace que pierdas interés por todo lo que se te muestra alrededor. De repente llega la hora del ocaso del día y decido hacer unas fotos, me subo al puente del barco para probar varias opciones de la cámara haciendo la misma foto de la puesta del sol, miro de reojo y doy la bienvenida a unos inesperados y juguetones visitantes, los delfines, giro la cámara hacia ellos y espero ese momento en el que salen fuera del agua como si fuera para saludar y CLICK. . . tengo la foto que tanto tiempo andaba buscando. Es por eso que a esta entrada la palabra FOTO la he puesto en mayúsculas, porque aunque la foto en sí no sea una maravilla de la técnica para mí tiene mucho valor y a partir de ahora es una de mis favoritas. Estas fotos me hacen olvidar la ocasión fallida con las ballenas y de la que muestro lo único que pude hacer con mi vieja cámara nikon de 4 megapixel que llevo siempre en el fondo de la mochila pero a la que no puedo pedirle muchas exigencias.
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Fujifilm X10. 1/320. F 2.2- ISO250 |
Para completar esta entrada dejo este maravilloso video que demuestra la inteligencia de estos cetáceos y de como adaptan la técnica para conseguir pescado.
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